Un hombre ha sido multado con 800 euros por la Policía Local del municipio valenciano de Albal tras acudir a denunciar que una prostituta no había completado sus servicios, en lo que supone el primer expediente sancionador por consumo de servicios sexuales en la vía pública.
Cuando el hombre acudió a la Policía a realizar su queja, los agentes le informaron de que el municipio dispone de una ordenanza municipal que multa a los puteros con hasta 800 euros, según informan fuentes municipales en un comunicado difundido este lunes donde califican al multado como "putero".
Albal ha sido pionera, a nivel nacional, en la lucha contra la prostitución y la trata de personas. El asesinato de la joven Florina, desaparecida en el municipio el pasado año, provocó una reacción contundente de la localidad, a la que se sumaron en cadena los ayuntamientos afectados por este problema situados a lo largo de la autovía V-31.
El movimiento ha contado con el apoyo de la Mancomunitat de l'Horta Sud y de la Generalitat Valenciana para tratar de frenar el consumo de este tipo de servicios sexuales. Florina no era la primera víctima, ya que en 2004 otra joven apareció muerta con un disparo en el pecho, justo en el mismo lugar donde se vio a Florina con vida por última vez.
En aquella primera ocasión el consistorio cubrió los gastos de su sepultura, y sus restos descansan en el cementerio municipal. A raíz de todo esto, el consistorio dio un paso más con la modificación de la ordenanza municipal de convivencia y buen gobierno incrementando las multas a los puteros e incluyendo a los proxenetas.
Así, aumentó de 750 a 800 euros las sanciones máximas, consideró a las prostitutas víctimas de explotación y prohibió la publicidad que fomente la prostitución y la explotación sexual con multas de 350 euros, como puede ser la colocación en los parachoques o ventanillas de los vehículos de tarjetas de prostíbulos.
Albal también aprobó la adhesión a la red de municipios contra la trata de mujeres y niñas y elevó la invitación tanto a la Mancomunitat de l’Horta Sud como al Gobierno valenciano para, conjuntamente, visibilizar la lucha contra los proxenetas, perseguirlos y "acabar con los puteros".
Esa Mancomunitat ha apoyado a Albal en esta "cruzada" contra la prostitución y, a la vez que apremiaba a sus 20 municipios a sumarse a la red de municipios libres de trata y prostitución, también propuso impulsar campañas de concienciación y una mayor coordinación de las policías locales para aumentar el control sobre los proxenetas.
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