El informe pericial de los psicólogos describe cómo se encontraba la joven tras la agresión sexual múltiple sufrida en San Fermín: "Aseguró sentirse 'muy sucia', con 'recuerdos recurrentes del olor de las colonias de los supuestos agresores', mezclados con sentimientos de 'culpabilidad' por no haber seguido las directrices de sus padres".
Los psicólogos no dudan de su veracidad a la hora de narrar los hechos, algo que para su abogado es un prueba de que dice la verdad. "Cuando se afirma que tiene estrés postraumático, se entiende que es por los hechos que ella relata", explica Carlos Bacaioca, su abogado.
Mientras, para la defensa de uno de los presuntos agresores, este hecho no asegura que su relato de los hechos sea veraz, ya que en su opinión, "el hecho de que la chica no tuviera ningún factor externo que considere que pueda mentir, no significa que esté diciendo la verdad".
El informe dice que la denunciante sufre estrés postraumático, que supone "un problema de identidad consigo mismo, de relación con su propia sexualidad y con los hombres y problemas de su propia identidad; lo más importante es que ella se ha visto rota", según explica la psicóloga Miriam González.
Además, el informe recomienda que la víctima sea tratada psicológicamente para que las secuelas no sean de por vida.