La abuela de la pequeña, preocupada tras no poder ponerse en contacto con su hija para llevar a sus nietos al colegio, fue la encargada de dar la voz de alarma. Cuando los médicos llegaron a la casa la madre ya había fallecido.

"Mamá está muy mal, ¿está muerta?", gritaba la niña cuando los médicos llegaron al hogar. Chantelle Putman, con 31 años, había fumado heroína y bebido dos botellas de vino blanco la noche anterior. Los médicos aseguran que esto ha provocado su muerte.

La mujer, miembro de una familia adinerada, llevaba más de diez años luchando contra sus problemas de adicción. "Yo sabía que ella tomaba drogas y traté de ayudarla en muchas ocasiones. Había estado en rehabilitación un par de veces y le habíamos dado todo el apoyo que hemos podido para sacarla de las drogas ", asegura Michelle, la madre, en una entrevista a 'The Mirror'.

La investigación se centra ahora si Jamal, el hombre que se encontraba en la cama "muy angustiado" junto a la fallecida, había sido el culpable de suministrarle la droga.

Jamal, acusado anteriormente por robo y consumo de drogas, había sido la pareja de Chantelle durante varios años. Aunque la mujer decidió acabar con la relación por el bien de sus hijos, la noche anterior a su fallecimiento volvieron a encontrarse.

Su familia no estaba satisfecha con el novio de Chantelle. Su padre, en una entrevista a 'The Mirror', ha confesado que "ella sentía que estaba siendo controlado por Jamal".

La investigación piensa que debido a un derrumbe sentimental la mujer volvió a consumir drogas y alcohol mientras sus hijos de cuatro y tres años dormían solos en casa.

El hermano de Chantelle fue la última persona en ponerse en contacto con ella la noche antes del fallecimiento. En sus declaraciones a la audiencia ha asegurado que "parecía feliz. Ella dijo que ella estaba con su segunda botella de vino, pero no pensé nada malo. Todo el mundo exagera un poco cuando están bebiendo".