La irresponsabilidad de un padre le ha costado la vida a su hijo. El hombre cortaba el césped de su casa mientras su hijo de siete años lo esperaba en el coche para acompañarle después a hacer unas tareas. El niño comenzó a toquetear todo y encontró en la guantera una pistola calibre 32 sin funda y comenzó a jugar con ella hasta que se disparó en el cerebro.
El padre, roto de dolor, llevó a su hijo al centro de salud más cercano y los médicos lograron que recuperara signos vitales. El niño fue trasladado al hospital donde continúa en un estado gravísimo tras someterse a una cirugía. La bala sigue alojada en su cabeza y le ha provocado numerosas lesiones cerebrales. La Policía Argentina constató que el padre del niño no tenía el arma registrada ni permiso para usarla ni portarla. Por esto ha sido imputado por lesiones culposos y lesiones de arma de fuego.
Más Noticias
- Última hora de la DANA | Suspendidas las clases en tres comarcas de Huelva, en alerta naranja por el temporal
- La alcaldesa de Villafranca de Ebro ayudó a sacar a varios ancianos de la residencia incendiada
- Cómo se ponen los cubiertos en la mesa
- El temporal pone en alerta naranja a Huelva: se suspenden las clases en tres comarcas
- Un incendio en una residencia de mayores de Zaragoza deja 10 víctimas mortales y dos heridos críticos
El expediente sólo cuenta con el testimonio del abuelo, quien fue a la persona a la que acudió el padre del niño luego de ocurrida la tragedia: "A la sala de cuidados intensivos el menor ha llegado casi sin vida, pero el médico de guardia logró resucitarlo. Después lo cargaron en la ambulancia y lo llevan al Hospital. El médico del centro de salud es el que le salvó la vida en un primer momento porque había llegado sin signos vitales", ha ratificado Moure.
Una noche aguantando el aliento
Horas de pánico y mucha agua en Benamargosa donde el barro llega hasta el altar de la Iglesia
En Vélez-Málaga la corriente también se ha abierto paso entre sus calles. Allí ha habido zonas en las que los vecinos se quedaron atrapados, ya que "de buenas a primeras entró el agua para dentro".