"Al paso que vamos, los bancos van a tener que conceder microcréditos para que podamos estar a la altura de los obsequios y comilonas que se organizan actualmente para festejar las primeras comuniones", así se ha referido Calatayud a los continuos excesos que se realizan en una celebración que no debería ser más que una comida familiar y de diversión para los más pequeños.
El juez se ha referido a tiempos pasados para recordar la verdadera esencia de esta celebración religiosa: "Lo que antaño era un chocolate con churros y un relojito hoy es un almuerzo 'master chef', un viaje a Eurodisney y el móvil de última generación. Y eso, como mínimo. Estamos poniendo el listón demasiado alto. Dejemos algo para cuando se casen".
Calatayud ha celebrado que este año no ha sido invitado a ninguna comunión, una suerte en los tiempos que corren: "A mí, de momento, no me han invitado a ninguna comunión. Pues eso que me ahorro".