"Inquietud", "ansiedad" y "desconcierto". Así resumen sus sentimientos decenas de personas pertenecientes a colectivos esenciales que recibieron la primera dosis de AstraZeneca y ahora desconocen si recibirán la segunda que garantiza la inmunidad.
Daniel, Marina y Miguel son profesores y todos recibieron el suero de la compañía anglosueca, ahora en el punto de mira por esos episodios trombóticos que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en inglés), considera "efectos secundarios muy raros" de la inyección.
"No sabemos si nos van a poner la segunda, si no nos la van a poner, si nos van a poner otra de otro tipo", explica Daniel, docente de 47 años y al que, por edad, ya no deberían inocularlo.
"Nos están mareando muchísimo", lo resume Marina, al preguntarle por el tema de conversación que han tenido en el claustro.
Bomberos, policías o farmacéuticos
Los profesores no fueron los únicos que han recibido esta inyección: también bomberos o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que hablan de incertidumbre y de desconcierto.
También los farmacéuticos como Eva, para quien la suspensión de las vacunaciones a los menores de 60 años supone un duro golpe. "Ahora vuelvo a la casilla de salida", apunta.
A todos ellos deberían comenzar a vacunarles con el segundo pinchazo de AstraZeneca en mayo y, a falta de un mes, no saben si eso va a suceder.
Desde el Ministerio de Sanidad, su titular, Carolina Darias, insiste en mandar un mensaje de sosiego: "En relación a la segunda dosis, tranquilidad. Tenemos tiempo", ha dicho en la mañana de este jueves.
Las tres opciones del Gobierno
Hay tres opciones que se barajan. Por un lado, aplicarles una segunda dosis, pero de otro tipo de vacuna.
"No habría ningún problema", resume el experto en Salud Pública, Salvador Peiró, al ser preguntado por esta cuestión. Cualquier tecnología, tanto las vacunas de ARNm como las que emplean adenovirus podrían ser empleadas.
Otra opción es dejar con una sola dosis a los vacunados. Según la ficha técnica del fármaco, la eficacia del compuesto de AstraZeneca es del 70% con un solo pinchazo, lo que garantizaría una inmunidad suficiente.
"En el caso de las personas que han pasado el COVID-19, con cualquiera de las vacunas, una sola dosis sería suficiente", señala Peiró.
La tercera posibilidad, que Sanidad de momento no contempla, es administrar las segundas dosis de AstraZeneca, con la relación beneficio/riesgo en mente: la EMA insiste en que los beneficios compensan, con mucho, los riesgos.