Las excavadoras del ayuntamiento ya han empezado a construir en una de las principales avenidas de Burgos, el bulevar de la polémica. Pero a pesar de que el ayuntamiento lo vende como un proyecto lleno de ventajas, los vecinos solo ven inconvenientes.

La construcción reducirá los cuatro carriles de ahora a dos, lo que dificultará el acceso en coche a los comercios. No solo eso, se destruirán 400 plazas de aparcamiento gratuito para construir un parking privado cuyas plazas rondarán los 20.000 euros.

Un proyecto que le costará a las arcas municipales al menos ocho millones de euros. Un coste, según los vecinos, algo más que excesivo para una ciudad con muchas otras carencias.

Desde la oposición denuncian las irregularidades que ha habido desde la concesión de las obras. Unas obras que, según el ayuntamiento, seguirán adelante a pesar de contar con el rechazo de la mayoría de vecinos.