Una niña de siete años de origen dominicano, de la que presuntamente abusó en un descampado, fue la última víctima del pederasta.

Interior le atribuye en total cinco secuestros y otros tres intentos en el noreste de la capital en poco más de un año, en los distritos de Ciudad Lineal, San Blas, Moratalaz y Hortaleza, y en el municipio de Coslada.

El primero, en septiembre de 2013, cuando rapta a una menor de origen latino, de ocho años. Estaba en estado de shock cuando la Policía la localiza.

En abril de este año, una niña española de nueve años se convierte en su siguiente víctima. Jugaba con amigas en un parque, pero fue al salir de una tienda de golosinas cuando el hombre la aborda. Llega a llamarla por su nombre y la convence para que le acompañe. Tras cinco horas desaparecida, una mujer, ya de madrugada, la ve deambulando sola por una calle y muy asustada.

La capacidad del pederasta para ganarse la confianza de las pequeñas le ha permitido incluso llevarse a una menor que jugaba en la puerta del comercio de sus padres. Una niña de origen chino, de sólo seis años, a la que encontraron en un solar, a siete kilómetros del lugar donde desapareció.

Según la Policía, habría una quinta víctima y otros tres intentos frustrados. Los familiares de una de las menores ni siquiera conocían lo que había ocurrido.