El caso sigue sin resolverse y se ha duplicado la recompensa que ofrecen por aportar cualquier dato relevante sobre los culpables, según anunció PETA. Su salvador fue Eric Purdue, quien la rescató mientras aún estaba con vida. Creen que pudo estar allí cerca de tres días. Solo se la veía el hocico y los ojos.
Al ver la desoladora escena comenzó a cavar para sacarla de ese infierno. Lo logró después de 30 minutos. Purdue aseguró que la lluvia y el cielo nublado la mantuvieron con vida. La llamaron Lulu.
Al tiempo fue internada en un centro veterinario, pero fue demasiado tarde y falleció a causa de las heridas y los traumas que recibió durante la fatídica tortura.
"Alguien debe saber de dónde es y quién la enterró con vida, dejándola sufrir terriblemente durante días", informó PETA.