Cuenta la leyenda que el Olentzero, carbonero de profesión y de aspecto bonachón, baja de las montañas cada 24 de diciembre para calentarse en las chimeneas y repartir regalos a las niñas y niños vascos. Este sábado se ha acercado hasta el Teatro Arriaga en Bilbao a ultimar los detalles. Hasta allí se han acercado más de 1500 niños, que le han contado qué han pedido estas navidades. No sin antes esperar durante un buen rato en una larga cola.
Botas, libros y muñecos son algunos de los regalos que le han pedido al Olentzero. "Ya lo tenemos todo preparado solo nos quedan unas cartas y ya", ha confesado él mismo a las cámaras de laSexta. Mientras esperan en la cola a su turno, los padres miran tiernamente a sus hijos. "Hoy es su día y mañana va a ser una explosión de alegría", señala uno de ellos en la fila. Allí también han bailado, han comido sopa de chorizo y se han pintado la cara para hacer la espera más amena.
Eso sí, cuando llega el momento de ver al Olentzero algunos están hasta asustados. "Se quedan mirando abajo y no nos quieren ni mirar", confiesa. Pero cuando pasan esos primeros nervios ya se lanzan a explicarle con detalle la carta de deseos. Ahora les toca portarse bien para que les traigan todo lo que han pedido. Y lo más importante: cariño, felicidad y amor para todos estos pequeños.

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