La valla de Melilla vuelve a teñirse de rojo. La ONG Prodein denuncia que al menos dos inmigrantes subsaharianos podrían haber muerto en el último intento de salto el pasado fin de semana: “Uno de los cadáveres llegó al hospital de Nador” afirma José Palazón, portavoz de la ONG. Se llamaba Roumián Tissé, tenía tan solo 26 años pero de su compañero muerto, ni siquiera han podido localizar el cadáver.

Uno de los inmigrantes atendidos tras el salto narró cómo los agentes arrastraban a uno de sus compañeros a lo largo de la valla y unas imágenes de un periodista lo corroboran. Los agentes marroquíes llevan en volandas a un inmigrante, le colocan en el suelo y el joven ni siquiera reacciona. Ya en el suelo, un agente parece mirar si el joven tiene pulso, le azotea pero no reacciona. Todo ocurre mientras otro grupo de agentes conduce a otro inmigrante herido hacia la puerta de salida.

La ONG Prodein ha incluido en su denuncia, esta imágenes, mientras investigan cómo se produjo la muerte y tratan de localizar al otro posible fallecido. De media, dicen, mueren entre uno y seis inmigrantes en cada salto, aunque luego, según la ONG, algunos cadáveres desaparecen.

El Ministerio del Interior no ha confirmado las muertes del pasado fin de semana.  Los hechos se produjeron en el lado marroquí, donde, dicen, no son responsables de la actuación de los agentes.