Desanimados y desconcertados, así están los siete inmigrantes que fueron devueltos a Marruecos tras permanecer día y media en sueño español. Según la ONG 'Caminando Fronteras', todos continúan retenidos en una comisaría de Nador después de que las autoridades españolas negociaran con Rabat una entrega por mar.

Así lo ha expresado Helena Maleno, "los inmigrantes manifiestan que la devolución no se hizo por un puesto fronterizo y con documentación, sino por el agua". 

No entienden por qué España no ha tramitado su demanda de asilo. La presentaron formalmente en la oficina correspondiente y uno de los subsaharianos incluso llegó a pedir refugio de formar verbal a los guardias civiles desplegados en las islas chafarinas.

Sin embargo, sus esfuerzos no sirvieron de nada. Para las ONG esto es una clara violación de los derechos humanos. En palabras de Jaume Durá, coordinador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, "deberían haber aplicado a cada uno de ellos su entrevista de asilo correspondiente, con traductor, asistencia letrada y estudiar su caso".

Cuatro de los siete inmigrantes incluso llegaron a dormir en el CETI de Melilla antes de someterse a las pruebas forenses para determinar su edad. Allí dejaron su pertenencias pensando que volverían. 

En 1992, España y Marruecos firmaron un acuerdo bilateral para la devolución en caliente de inmigrantes, pero el Convenio Europeo de Derechos Humanos prohíbe estas expulsiones colectivas. El portavoz de 'Jueces para la Democracia' ha declarado que "hay una serie de trámites previstos, a una persona cuando llega a suelo español no se le puede echar como se está haciendo". 

Algunas ONG estudian demandar a España ante el Tribunal de Estrasburgo.