El refugiado sirio, pateado por una reportera húngara cuando huía con su hijo en brazos, trabajará en España, en una escuela deportiva de Getafe. Viaja a Madrid, por iniciativa de la escuela nacional de entrenadores, que tras conocer que Osama había entrenado a un equipo de primera división en Siria, se ha ofrecido a darle un empleo como técnico de fútbol y a proporcionarle una casa hasta que pueda rehacer su vida y traerse a su mujer y sus otros dos hijos. LaSexta ha hablado con Osama que asegura estar felíz.