Por segunda vez han frenado el desahucio de Carlos y María pero ya tienen el aviso de que en septiembre deberán abandonar su casa. Una casa que construyeron con sus propias manos sobre un terreno que heredaron y ahora la van a perder, presuntamente, a manos de un prestamista. Acudieron a él porque la  situación era desesperante y los ahorros escasos, vieron un anuncio en la prensa  y pensaron que sus problemas habían terminado.

Pero nada más lejos de la realidad, de tener una deuda de 68.000 euros con el banco dicen que ahora le deben 150.000 a ese hombre. No la pueden pagar y la casa es ahora de su presunto salvador. “La justicia les apoya, eso es lo que más me fastidia”, asegura Juan Carlos. “Aquí vemos que se ha cometido una estafa. Nosotros lo vemos, pero los jueces parece que no lo ven”, explica una amiga de la familia desahuciada.

La pasada semana otro caso similar ocurría en Barcelona, una familia de seis personas era desahuciada. La abuela aseguraba que había pedido dinero a una sociedad prestamista a la que entregó la casa como aval. Casos que, según la plataforma de afectado por la hipoteca se multiplican.

“A las familias se las está estafando por parte los bancos, y después hay gente que se aprovecha de estas situaciones”, declara una de las afectadas. Denuncian que los créditos bancarios empujan a muchos deudores desesperados a pedir préstamos privados. Sus deudas pueden llegar a multiplicarse por tres.