El papa Francisco cumple este sábado 86 años y va camino de hacer diez años al mando de la Iglesia a pesar de que su salud se resiente con una rodilla que le impide caminar, ciática y una operación de estómago. Fue precisamente su edad lo que puso en duda que se fuese a convertir en el elegido, pero los gruesos muros del Vaticano comenzaron a tambalearse ante los Vatileaks y los continuos escándalos sexuales. La Iglesia tenía que afrontar el debate de la pederastia y recurrieron a él.
"Los cardenales decidieron votar a un papa que no estuviera contaminado por los pecados de la curia", explica Jesús Bastante, redactor de Religión Digital. Sin embargo, los escándalos que no dejaron de crecer y ante los que el papa francisco no tuvo más remedio que entonar el mea culpa. "De nuestra vergüenza, de mi vergüenza", pronunció entonces.
Con él, el foco de la iglesia se giró hacia los pobres. Así lo demostró con su primer viaje a Lampedusa. A pesar de que lo tenía todo para ser un revolucionario - pues es el primer papa latinoamericano - , su postura en torno al colectivo LGBTI o el aborto ha decepcionado a muchos. El fin de la guerra de Ucrania es su asunto pendiente, por el que se ha llegado a emocionar. En cambio, su gran logro es echar el lazo a la curia vaticana. "Ha permitido que haya dos laicos presidiendo dos ministerios del Vaticano y mujeres en cargos de responsabilidad", enumera el experto.
A pesar de sus problemas de rodilla, él asegura que la Iglesia no se gobierna con las piernas si no con la cabeza. "Acabará renunciando pero no lo hará mientras Benedicto XVI siga vivo", añade el experto. A pesar de los constantes rumores sobre su renuncia, el papa Francisco cumple sus 86 años en el Vaticano, una celebración que podría extenderse unos días si Argentina gana el Mundial este domingo.
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