Un anuncio del juez ha provocado que Rosario Porto no aguantara más y se echara a llorar. El jurado popular acababa de rechazar la petición de la defensa de evitar que el juciio fuera grabado y retransmitido.

Rosario Porto ha llegado muy afectada al juicio, visiblemente compungida y continuamente limpiándose las lágrimas con un pañuelo. "Ella intenta hacer el papel de una persona que está siendo expuesta a los medios. Llama la atención el luto riguroso", explica Carlos Rodríguez, psicólogo experto en comunicación no verbal.

Precisamente su abogado ya lo avisaba a la entrada, la fortaleza que mostró el domingo había desaparecido.

Completamente opuesta ha sido la actitud de Alfonso Basterra, sorprendentemente tranquilo, pendiente del juicio con la mano apoyada en la barbilla o incluso recostado en su silla. "Tiene una postura de enfado, ira. No entiende cómo pueden estar acusándole a él", señala el experto.

Durante la vista oral, Rosario Porto ha hablado en alguna ocasión con su abogado. Alfonso Basterra ha decidido mantenerse al margen, sin intervenir en ningún momento. Ellos no se han cruzado la mirada en nigún momento, tampoco han hablado.