Los nietos de Ray y Jessie Larrison no se dan por vencidos. A pesar de que sus abuelos están obligados a separarse después de 70 años, quieren impedirlo por todos los medios. Con el objetivo de poner fin a la separación, recogen firmas en la plataforma change.org.

Ray Larrison tiene Alzheimer y ha ingresado en un centro específico. Su mujer, Jessie, en un principio se trasladó también a las instalaciones con su marido y después de pasar allí un tiempo, los servicios sociales los obligan a separarse. Ella no cumple los requisitos del centro, según publica el medio Mirror.

Jessie puede visitar a Ray, pero después de estar con él, cuando vuelve a casa se pone triste y le echa de menos. Aunque parece complicado que el recuentro se lleve a cabo, la familia continúa con su particular lucha.