La mujer, embarazada de siete semanas, fue a que le realizaran un aborto después de que le comunicaran en un hospital de Londres que el feto estaba muerto. Sin embargo, una emergencia obligó a posponer la operación cinco días. Los padres, cansados de esperar, decidieron ir a otra clínica a que le practicaran el aborto. Pero la sorpresa llegó cuando, momentos antes de la operación, les comunicaron que el bebe estaba vivo.
El padre, a través del diario 'The Sun', hizo una denuncia al hospital: "¿Cómo pueden hacerlo tan completamente mal?", ha señalado el padre, que ha añadido: "Casi matan a mi bebé. El Hospital Real de Londres estaba a punto de extraer a un bebé perfectamente sano. Si hubiera sido extraído, habrían tenido un bebé muerto sobre la mesa".
'The Sun' ha tenido acceso a los documentos médicos de ambos hospitales. En el Royal London Hospital señalan que, efectivamente, la mujer había experimentado un aborto natural a las cinco semanas y debía interrumpir su embarazo.
Sin embargo, el Queen's Hospital señala que todavía estaba embaraza después de escuchar un latido fetal. El personal de este hospital señaló que tenía un hematoma coriodecidual, acumulación de sangre y que tendría que tener cuidado durante el embarazo. La pareja da gracias por haber acudido a otro hospital, pero no quieren dejar pasar lo ocurrido.