El avión, un Boeing 737-800, que tenía previsto despegar del aeropuerto de Ibiza a las 21.40 de este domingo, sufría ya algún retraso debido a la huelga de controladores aéreos, según ha contado Lucas Torrecilla uno de los pasajeros, que viajaba con su hijo de dos años y que se ha negado a embarcar porque: "con mi hijo no me puedo arriesgar a volar con problemas de seguridad".

Según este pasajero, ante el retraso el comandante de la aeronave les explicó personalmente primero y luego por megafonía que había un problema con el sistema de frenado y que con la carga que llevaba "no estaba en condiciones de aterrizar en Madrid".

Otro pasajero, que viajaba con cuatro amigos, Miguel Ángel García Salas, ha referido que el comandante del avión les explicó que el problema de frenos sería comparable al que podría tener un coche al que se le averiara el sistema ABS.

La solución que les ha brindado la compañía es volar con ese avión hasta Palma de Mallorca y desde allí embarcar en otra aeronave hacia Madrid pero, Miguel Ángel se ha negado, al igual que otros pasajeros, a subirse en "un avión que el propio comandante ha dicho que no estaba en condiciones de llegar hasta Madrid".

Estas 40 o 50 personas de entre el pasaje esperan a esta hora que desembarquen sus maletas y el resto a que una vez desembarcadas tomen rumbo a Palma para desde allí volar a Madrid.

Javier Corrales, otro joven pasajero que también se ha negado a embarcar en la aeronave, ha dicho que trató de que todos los pasajeros fueran informados y de que entre todos tomaran una decisión conjunta, y en ese momento fue requerido por agentes de la Guardia Civil.

"Agentes de la Guardia Civil me pidieron, aparte y educadamente, que no revolucionara a la gente" pero, agregó, "no quería conflictos sino informar y tomar una decisión conjunta".

Contó que al principio se les dio también la opción de aligerar carga y combustible para poder realizar el vuelo, pero "finalmente imperó volar de Ibiza a Mallorca con todo".

Según estos pasajeros muchos de los que han embarcado en el avión, lo han hecho para no perder conexiones con otros vuelos o por necesidades de trabajo.

Pese a reiterados intentos para ponerse en contacto con Aireuropa, sus representantes declinaron comentar el incidente y remitieron al departamento de comunicación a primera hora del lunes.