En la cuarta jornada del juicio contra José Ortega Cano por el accidente mortal que le costó la vida a Carlos Parra, dos peritos dicen que Ortega Cano bebió una cantidad "considerable" de alcohol el día del suceso.

Los dos peritos han dicho que al extraerle sangre en el hospital, casi tres horas después del siniestro, su tasa de alcoholemia era de 1,26 gramos por litro de sangre, el triple de lo autorizado.

En ese momento la concentración de alcohol en sangre ya estaba en proceso de eliminación, por lo que en el momento del accidente debio ser mucho más elevada.

El torero tuvo que beber una cantidad "considerable", han dicho los peritos, y han descartado que esa tasa fuese fruto de una sola copa de cava, en respuesto a las declaraciones del acusado que dicen que solo se mojó los labios con esta bebida.

Han aportado las tablas periciales según las cuales un hombre de las características del acusado arrojaría 0,47 gramos de alcohol por litro de sangre con tres copas de cava.

También han considerado "imperceptible" la hipotética aportación a la muestra analizada por la desifección con alcohol de la zona de extracción de sangre.

En esta cuarta jornada de juicio también ha declarado el director de Hematología del hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde estuvo ingresado Ortega Cano tras el accidente.

El director ha asegurado que la sangre que se extrajo para fines terapéuticos, para las pruebas destinadas a las posteriores transfusiones, se guardó en un frigorífico al que sólo tiene acceso su personal sanitario.

Este médico ha asegurado que el tubo de ensayo "no se desprecintó en ningún momento".