Los perros cuentan ya con un 'bar' en el casco viejo de Bilbao donde poder tomarse una 'cerveza' y comer pinchos, salchichas, pasteles y otras exquisiteces especialmente preparadas para el consumo de estas mascotas.

Giovanna y Adriana Rentería, dos hermanas amantes de los animales, han abierto hace menos de un mes en el casco viejo de la capital vizcaína un local, Belfos y Trufas, que ofrece a los canes una mini barra de bar con 'cerveza', pizza, palomitas, chips, pasteles y salchichas.

"Yo quería crear algo donde ellos (por los perros) fueran felices. La gente se queja mucho de que hay pocos sitios donde los perros puedan estar a sus anchas", cuenta Giovanna. En realidad, los botellines de 'cerveza' para perros contienen caldo de pollo o ternera.

Comercializados por una empresa belga, han sido previamente enriquecidos con vitaminas para mantener lustroso el pelo de los animales. Los 'donuts', 'muffins' y otros pasteles han sido elaborados con ingredientes naturales aptos para el consumo de las mascotas.

"Un perro puede comer una pizza normal y ser muy feliz y no se va a morir por ello. Pero a la larga el consumo habitual de alimentos no adaptados puede causarle problemas de salud. Nosotras ofrecemos una alternativa sana y natural", confiesa Giovanna.

El local mantiene un área de descanso con asientos para que los dueños puedan relajarse, mientras sus perros toman un refrigerio o entran y salen a su antojo de una pequeña estancia de juegos. En breve, sus responsables instalarán varias mesas bajas donde ofrecerán menús del día.

Los domingos organizan el 'perri pote'. "Los dueños 'salen de potes' los domingos y antes o después vienen a que su perro consuma. Nosotras preparamos bandejas con pinchitos y, mientras el perro bebe o come, invitamos a sus dueños a un café", cuenta.

Pero, ¿qué clase de cliente frecuenta este local? "Son personas de lo más normales. Desde una mujer que simplemente quiere una correa para su perro hasta otra encantada de que su perrita tenga al fin un sitio donde disfrutar", aprecia.

"Los perros vienen muy contentos. Los que llegan sueltos entran directamente a la tienda y los que vienen amarrados por sus amos les arrastran hasta el local. Dentro, no tenemos normas para ellos, salvo que no se peleen", asegura.

La oferta se completa con la organización de fiestas de cumpleaños para perros o celebraciones del día en el que fueron adoptados. El comercio ofrece meriendas especiales, donde el animal homenajeado y sus amigos pueden merendar en compañía de sus dueños.