Cuando se dan cuenta de que la Guardia Civil les está siguiendo inician la huida a toda velocidad. Llevan 300 kilos de hachis a bordo.

Durante los 30 minutos de persecución se viven momentos de máxima tensión. Los presuntos narcos intentaron en varias ocasiones hacer que los agentes volcasen.

La embarcación fue intervenida en aguas de Melilla, mientras intentaba llegar a las costas españolas. Contaba con un motor adicional de máxima cilindrada y todos los datos identificativos habían sido borrados. A bordo iban dos personas que han sido detenidas.