El nuevo cardenal ha estrenado cargo por todo lo alto, con declaraciones incendiarias y su consecuente lluvia de críticas.  "En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda", aseguraba el cardenal.

Fernando Sebastián cree que la homosexualidad es una deficiencia que para rematar según él, se puede curar: "El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado".

Boti García Rodrigo, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), afirma que  el de Frenando Sebastián es “un discurso absolutamente discriminatorio y un discurso inmoral”.

La secretaria de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié, ha asegurado que las declaraciones del nuevo cardenal, Fernando Sebastián, en las que equipara la homosexualidad con una enfermedad, contribuyen a " hacer un llamamamiento fomentar la discriminación y la homofobia".

Por eso piden su rectificación inmediata, pero no es el único tema al que se ha tirado de cabeza, hace apenas unos  días hacía estas declaraciones sobre el aborto: “Todas las mujeres que quieren abortar lo que buscan es quitarse del medio a sus hijos para disfrutar de la vida”.

El del nuevo cardenal es mensaje retrógrado que no coincide en absoluto con los nuevos aires que soplan en el Vaticano.   Sin embargo la elección como cardenal de Sebastián ha sido una decisión personal del Papa Francisco, gran amigo suyo. En pocos días estará en Roma para recibir su nueva sotana y pasar a ser hombre de confiuanza del Pontífice.

Colectivos homosexuales de Cataluña han pedido que el fiscal general del Estado abra diligencias contra el nuevo cardenal Fernando Sebastián Aguilar por haber afirmado que la homosexualidad "se puede normalizar con tratamiento".