Los arrestados utilizaban un zulo excavado bajo tierra para ocultar los productos químicos y todo el material necesario para la elaboración de los estupefacientes. Además, usaban vehículos 'caleteados' para el transporte de la droga que escondían en guardaban de Madrid.

La finca en la que se encontraba el laboratorio clandestino estaba rodeada por terrenos agrícolas, con muy poco tránsito y apenas vecinos, además, el perímetro se encontraba delimitado por un vallado que impedía el acceso y dificultaba la visión del interior.

Las investigaciones comenzaron a finales de septiembre de 2015, cuando los agentes detectaron que se estaban introduciendo importantes cantidades de productos químicos que se utilizan para la elaboración de cocaína, en una finca rural a las afueras de Alcázar de San Juan. Entonces, la policía empezó a investigar a todas las personas que entraban y salían del laboratorio.

Una vez identificados los responsables del laboratorio y del transporte de la droga, se desarrolló un dispositivo que culminó con el arresto de seis personas y la incautación de 31 kilogramos de cocaína, además de abundante material para la elaboración de la droga y varios vehículos.

Los encargados de llevar a cabo la operación han sido la Brigada Central de Estupefacientes, la Policía Judicial de Alcázar de San Juan, la Brigada Provincial de Policía Judicial de Ciudad Real y agentes del Grupo Especial de Operaciones.