Lourdes Jiménez lleva once años siendo profesora de Primaria, más de una década de evolución con los niños y niñas que le han convertido en la mejor maestra de España, según el jurado del Premio Educa, galardón al que la presentaron las familias de su alumnado en el CEIP Santa María de Nazaret en Chiclana de Segura (Jaén).
Pero el camino no ha sido fácil. A los pocos meses de comenzar su vida profesional se dio cuenta de que algo fallaba: no era la profesora que quería ser. "Reproducía lo que yo había recibido: sentar a mis alumnos de uno en uno y abrir el libro de texto… Los alumnos celebraban los viernes con demasiado entusiasmo", recuerda.
"El fin debe ser preparar personas fuertes para gestionar los problemas del mundo"
En un país en el que hemos tenido siete leyes educativas en los últimos 40 años, Lourdes decidió tomar las riendas, innovar y crear un método que combatiera "los grandes errores" del sistema educativo.
El primer fallo que detectó es que en las aulas se intenta separar la diversión y el juego del aprendizaje. Un "error gravísimo" para Lourdes, que considera que el juego es esencial para que el alumno se enamore de su escuela. "En la escuela debe haber mucha práctica y poca teoría porque la teoría se acaba olvidando", explica.
Otro de los errores es que se trata a todos los niños y niñas por igual, "sin tener en cuenta que cada uno aprende en un tiempo y de una forma diferente". Esta actitud nos lleva al tercer fallo: el sistema cree que el objetivo de la educación es preparar a futuros estudiantes universitarios, mientras que "el fin debe ser preparar personas competenciales, creativas, emocionales y fuertes para gestionar los problemas del mundo", sentencia.
¿Cuál es el secreto de la mejor maestra de España?
Visto el resultado, Lourdes Jiménez decidió romper con la metodología tradicional. Su fórmula consiste en apartar los libros de texto y sustituir el horario por diferentes talleres con los que se trabajan los conceptos y objetivos curriculares de cada asignatura.
Lengua y literatura puede enseñarse con 'Pasapalabra', un taller en el que se trabaja la búsqueda de términos en el diccionario; la investigación a través de Internet…
También recurre a un taller de radio en el que sus alumnos trabajan en equipo, leen, redactan, pierden el miedo escénico y ganan habilidades comunicativas. Y a otro de teatro, de escritura creativa, de reparación ortográfica...
¿Y matemáticas? En clase de Lourdes se aprenden fracciones, decimales, densidades y materias con un taller de cocina al estilo 'Masterchef Junior'. "Cualquier cosa es más entretenida para los niños y niñas si lo haces jugando", asegura.
A través de los talleres que programa, sus niños y niñas trabajan los conceptos teóricos, pero también habilidades sociales. Una alternativa a los libros de texto que "lo único que premian es lo mecánico, lo reproductivo, lo memorístico y el trabajo individual. Con el libro si no sabes los conceptos, no sabes nada", critica la maestra.
'O vas a la universidad o eres un fracaso escolar'
El libro de texto también tiene cabida en sus clases, aunque de forma residual: una hora semanal para cada área. "Obviamente hay algunas actividades mecánicas que hay que afianzar", reconoce.
La escuela que construye Lourdes pretende formar a personas que sepan enfrentarse al mundo real con independencia de que vayan a hacer una carrera universitaria o no: "No podemos tener a un niño escolarizado trece años y decirle: 'O vas a la universidad o eres un fracaso escolar', ¿qué hemos hecho entonces esos años?".
Trabajando de la forma en la que ella lo hace, Lourdes Jiménez permite que cada alumno aprenda a su ritmo y a su nivel. "No es un método milagro, pero si un niño va a suspender una materia porque no se sabe los conceptos prefiero que lo haga aprendiendo habilidades y destrezas. Por apuntes no se puede enseñar a vivir".
El por qué es sencillo: "La vida real es estar en convivencia con los demás, es echar un currículum, saber hablar en público, saber desenvolverse…". Y, a diferencia de cursar una carrera universitaria, eso sí lo van a tener que hacer todos.
En sus once años de experiencia, Lourdes ha visto cómo en numerosas ocasiones las familias frustran a sus hijos insistiendo en aquello que se les da mal: "Hay que potenciar lo que hacen mejor que nadie porque si no estaremos apagando estrellas", asegura.
Para evitarlo, la maestra se embarca en una misión al inicio de curso: averiguar el talento de cada niño y de cada niña: "Se motivan mucho porque todos descubren en qué destacan", dice orgullosa.
Un burro en el patio
La implicación de esta profesora va más allá de las aulas y su método de trabajo hace partícipe a toda la comunidad educativa: una escuela de teatro para madres, una 'Ecopanda ecológica' para limpiar de 'basuraleza' el pueblo un sábado al mes, incluso un burro en el patio del colegio. ¿Un burro? Sí, te lo explicamos.
Lourdes conoció a un señor de 80 años que tenía un burro y se pensó que era perfecto para trabajar 'Platero y yo' de Juan Ramón Jiménez. Sus alumnos investigaron sobre el autor y la obra y prepararon un cuenta cuentos para todo el colegio con el burro de cuerpo presente. Además, aprovecharon para entrevistar al dueño del burro en la radio, para aprender todo lo relacionado con el animal y también para trabajar las emociones. El ejemplo ideal de la filosofía de la mejor maestra de España.
En la escuela de Lourdes también hay espacio para la solidaridad y la empatía. Hace cuatro años creó 'Capas para todos los superhéroes y superheroínas'. Un proyecto con el que sus niños y niñas recaudan fondos para ayudar en la lucha contra el cáncer y montan una feria en la unidad de oncología infantil del Hospital de Jaén todos los meses de mayo.
Funciona tan bien la metodología de Lourdes que está a punto de presentar un libro con ella, aunque no será el único, ya tiene varios relacionados con la educación física y un cuento sobre las emociones. Además, algunos de sus talleres se están llevando a cabo en otros colegios.
La maestra jienense recogerá su premio como mejor maestra de Primaria de España el próximo 29 de febrero durante el III Congreso Mundial de Educación 'Educa 2020' en Santiago de Compostela. Aunque no es la primera vez que asiste a la gala, el año pasado consiguió el segundo puesto en el ranking.
Pero lo más importante para la profesora es que son las familias de sus alumnos quienes la han presentado al premio, lo que demuestra que su forma de enseñar funciona y sobresale del resto de metodologías tradicionales "es lo más gratificante y me motiva a continuar", confiesa.
Con premio o sin premio, Lourdes seguirá buscando la manera de que sus niños y niñas lleguen al viernes deseando que sea lunes.