Desterrar del olvido a los desaparecidos del franquismo es lo que hacen en el laboratorio de Ponferrada desde hace más de siete años. Sin financiación ni subvenciones, el trabajo de la Asociación de la Memoria Histórica estaba a punto de desaparecer.
Un premio de Nueva York de 100.000 dólares les da una nueva oportunidad. Marco González, vicepresidente de ARMH ha explicado que este premio "va a permitir continuar con el trabajo de este laboratorio”. El historiador Alejandro Rodríguez afirma que estaban "abocados al cierre, prácticamente a desaparecer".
La Asociación neoyorquina premia un trabajo minucioso: el de identificar cada cuerpo, basándose incluso en deterioradas pertenencias, buceando entre numerosa documentación y reconstruyendo historias de vida.
Alejandro Rodríguez cuenta: "Hemos hecho más de 50 exhumaciones y se han recuperado los restos de más de 1.500 personas". Marco González evidencia el abandono de las instituciones españolas: "no se trata de dejar en manos de los familiares o de asociaciones algo que tiene que hacer un estado”.
En cajas se acumulan restos de decenas de cuerpos. Gracias a este reconocimiento, ahora podrán ser estudiados. El trabajo de estos arqueólogos e historiadores es, desde hace dos años, altruista y voluntario. Con el dinero del premio, ahora cobrarán un sueldo. Un premio que hace justicia con quien lucha porque la memoria continue viva.