Varias mujeres sudafricanas han denunciado en los últimos meses haber sido víctimas de violaciones en grupo en minibuses de transporte público en Johannesburgo.

La Policía sudafricana ha establecido un grupo de trabajo formado por varios detectives y expertos en inteligencia para investigar esta ola de agresiones sexuales.

Una de las víctimas ha contado a la prensa cómo los tres hombres que viajaban en el interior del minibús al que subió con su hijo de diez años la amenazaron con una pistola y la violaron, antes de obligarla a facilitarles su tarjeta de crédito y el número secreto.

La agresión de la mujer, que acudió a los medios para alertar a posibles víctimas, duró alrededor de cuatro horas y se produjo en el West Rand del oeste de Johannesburgo.

Otra de las denunciantes relató una experiencia similar a una emisora de radio. "Subí a un minibús, y dentro había tres hombres y una mujer. A la siguiente parada la mujer bajó", relató la víctima, que fue después violada y obligada a pasar la tarjeta por un dispositivo portátil para hacer transferencias.

Los tres hombres la dejaron después en un descampado de Soweto, donde denunció los hechos. Una agente de Policía la llevó al Hospital Chris Hani Baragwanath de Soweto, donde la víctima dijo haber encontrado a otras ocho mujeres que denunciaban casos parecidos.