David Oubel, el presunto parricida de Pontevedra, está en la cárcel de A lama, donde podría quedarse de por vida, ya que se le imputan dos delitos de asesinato, por matar a sus dos hijas de 4 y 9 años con una radial y él podría ser el primer preso en España al que se le aplicaría la prisión permanente revisable.
La abogada María Jesús Díaz asegura que esta pena "se establece en algunos tipos de asesinatos que tienen cierta cualificación por su gravedad". Una pena pensada especialmente para casos como el suyo y que se ha implantado con el nuevo Código Penal puesto en marcha el 1 de julio.
Antes, la pena de cárcel para los asesinos de menores era de 30 años como máximo, pero a la mitad de la condena tenían la posibilidad de solicitar el tercer grado. Ahora, a estos criminales se les condena a cárcel de por vida y su caso se revisa a los 25 o 35 años. Si están rehabilitados pasarán 10 años como máximo en libertad condicional, sino seguirán entre rejas.
Algunos expertos creen que esta pena es una cadena perpetua encubierta. El decano del Colegio de Abogados de Santiago, Evaristo Nogueira, explica que "se revisaría si está reinsertado, si puede acceder a la sociedad o si no hay peligro de reincidencia en el delito cometido".
El fiscal apuntaba a la existencia de agravantes en este asesinato. Agravantes que podrían tener que ver, según el código penal, con el parentesco, pero también por haber cometido el crimen con alevosía o incluso ensañamiento. De momento el caso está bajo secreto de sumario.
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