Manuel no es nombre de princesa, así que con 4 años eligió su nuevo nombre: Luana. La niña le preguntaba a su madre, Gabriela: ¿Por qué me dicen Manuel, mamá, si yo soy Lulú?

Hoy Lulú tiene 6 años, el pelo largo, le gusta vestir con ropa de niña. Dice su madre que el conflicto con su identidad sexual empezó con solo 18 meses."Soy la madre, entonces la miré y dije si vos querés ser una princesa, mamá te va a ayudar a que seas la princesa más hermosa del mundo" desvela Gabriela.

Y lo ha conseguido. Las autoridades bonaerenses lo van a hacer. El Jefe de Gabinete de Buenos Aires, Alberto Pérez cuenta como harán el proceso: "rectificar la partida de nacimiento y el DNI para adaptarla a la identidad de Luana". "Hoy mi nena es una niña feliz. Y antes mi hijo de dos años era un varón triste" confiesa la madre de la niña.

Pero ¿se puede tener esa certeza sexual con solo 18 meses? El psicólogo Educativo, Valentín Martínez Otero, desvela que "es un trastorno de identidad sexual en la infancia. Se provoca en la primera infancia, disconformidad respecto al sexo".

No siempre el conflicto de identidad del niño desemboca en transexualidad. Por eso recomiendan esperar a que pase la pubertad para hacer el cambio de sexo quirúrgico.

Los expertos insisten en el papel de los padres: Total apoyo para neutralizar el rechazo social que se van a encontrar.

En Argentina, la reciente ley de identidad de género permite el cambio de sexo a partir de los 14 años. En la española, a partir de los 18.

Se puede resolver o dar el paso de la intervención quirúrgica u hormonal.