Ocho días de búsqueda. Ocho días en los que la Policía no ha parado hasta dar con ella en un parque de Oviedo. Una zona frecuentada por drogadictos y prostitutas. Profesión que, según los vecinos, también ejercía la detenida.

En un piso de Oviedo el jueves pasado abandonó a sus 3 hijas de 3 años, 18 meses y un bebé de tan sólo 21 días. Los vecinos, alertados por los llantos, llamaron a la policía que, poco después, entró a la vivienda por un patio interior y encontraron solas a las pequeñas. 

Según la Policía, la menor, solo con un pañal, estaba paralizada por el frío en una cama. Las otras dos, en un sofá. Una con una lata de cerveza vacía en la mano y con síntomas de haberse golpeando contra una pared.

La Policía descartó varias hipótesis como el secuestro y se dieron cuenta de que la mujer estaba intentando ocultarse: dormía cada noche en un lugar distinto e incluso llegó a cambiar dos veces su número de móvil. La detenida es, además, madre de otros dos niños mayores. Uno está al cuidado de la abuela y el otro, según la Policía, podría estar con su padre en el extranjero.