Ni jamones, ni cestas de turrón. El regalo de la rifa de Pontecaldelas es sentarse de auxiliar administrativo durante seis meses en la asociación de comerciantes. La idea la ha tenido un peluquero: "Otros años hemos sorteado coches y viajes, y este año decidimos ofrecer un puesto de trabajo o algo que sea solidario".

A quien le toque la rifa ganará un empleo a media jornada por 500 euros al mes. "Para la gente que estamos en el paro es una idea maravillosa", "Hay mucha gente que lo necesita", "Si todo el mundo lo hiciera habría menos paro", son las las opiniones de algunos vecinos.

Una comerciante explica el procedimiento: "Las participaciones se las damos a nuestros clientes por compras a partir de ocho euros". Pontecaldelas es un pueblo el interior de Pontevedra, en el que viven 6.000 personas. Y el 18% está en el paro. El día del Gordo, en Pontecaldelas, la lista del paro estará un pelín menos gruesa.