Religión

¿Cuál es el origen del Miércoles de Ceniza?

Deberías saber El Miércoles de Ceniza marca un profundo inicio en el calendario litúrgico, invitando a la reflexión, el compromiso y la conexión espiritual con la fe.

Un sacerdote católico, con las cenizas para imporner la cruz un Miércoles de Ceniza.Un sacerdote católico, con las cenizas para imporner la cruz un Miércoles de Ceniza.Unsplash

Todo lo que empieza tiene su final. El Carnaval, una fiesta con un origen y significado que merece la pena conocer, termina el Miércoles de Ceniza. Este día marca un punto de inflexión cargado de simbolismo, como los eventos que se suelen organizar, como el Entierro de la Sardina.

En este artículo te explicamos qué es el Miércoles de Ceniza, qué lo caracteriza y de dónde vienen tradiciones como la imposición de la ceniza.

Qué es el Miércoles de Ceniza y qué representa

Después de una semana de disfrute carnavalesco llega el Miércoles de Ceniza, un día que marca el final del Carnaval y el inicio de la Cuaresma.

El periodo de Cuaresma se extiende durante los 40 días anteriores a la Pascua, que es la festividad que conmemora la resurrección de Jesucristo tres días después de su crucifixión.

Tradicionalmente, la Iglesia imponía estrictas normas de comportamiento en Cuaresma: no se podía consumir carne, celebrar fiestas y había que dedicar el mayor tiempo posible en ayuno y reflexión.

De hecho, el término "Carnaval" proviene del latín "carnem levare", que significa "quitar la carne", refiriéndose a la prohibición de consumir carne durante la Cuaresma. Todo ello se relaciona con un componente de penitencia, arrepentimiento, de alejarse del pecado y volverse a Dios. Cristo dijo que sus discípulos ayunarían una vez que Él partiera ( Lc 5:35 ). La ley general de la penitencia, por ello, es parte de la ley de Dios para el hombre.

¿Qué dice la 'ley' de la Iglesia católica?

Es el Código de Derecho Canónico de 1983 el que específica las obligaciones a este respecto de los católicos de Rito Latino (los católicos de Rito Oriental tienen sus propias prácticas penitenciales).

El Canon 1250 dice que, en la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de Cuaresma.

Mientras, el Canon 1251 señala que todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

Así, la Iglesia católica tiene dos formas oficiales de prácticas penitenciales, o tres si se incluye el ayuno Eucarístico de una hora antes de la Comunión. Se trata de la abstinencia y el ayuno.

La ley de ayuno recoge que los católicos de 18 a 59 años (con algunas excepciones por causas de salud) deben reducir la cantidad de comida usual. Este ayuno es obligatorio el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. El ayuno se rompe si se come entre comidas o se toma algún líquido que es considerado comida (batidos, pero no leche).

Por su parte, la ley de abstinencia exige a todo católico desde los 14 años de edad y hasta su muerte, a abstenerse de comer carne los viernes en honor a la Pasión de Jesús el Viernes Santo.

La carne es considerada carne y órganos de mamíferos y aves de corral. También se encuentran prohibidas las sopas y cremas de ellos. Peces de mar y de agua dulce, anfibios, reptiles y mariscos son permitidos, así como productos derivados de animales como margarina y gelatina sin sabor a carne.

En resumen:

  • Ayuno: (comer menos de los habitual) obligatorio para personas de 18 a 59 años, aplicable el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
  • Abstinencia: desde los 14 años en adelante, no comer carne todos los viernes de Cuaresma y los días obligatorios mencionados.

Qué se hace el Miércoles de Ceniza

El Miércoles de Ceniza es un día que invita al arrepentimiento y una oportunidad para renovar el compromiso con Dios. Durante la misa, el sacerdote hace una cruz con ceniza en la frente de los asistentes.

Esta ceniza es un símbolo del "polvo eres y en polvo te convertirás" (Génesis 3:19) y "Conviértete y cree en el Evangelio" (Marcos 1:15).

La ceniza utilizada en la misa, que está mezclada con un poco de agua, proviene de la quema de las palmas que fueron bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior.

Algunos creyentes llevan la cruz de ceniza visible en la frente durante todo el día como muestra de su arrepentimiento y su compromiso religioso.