La DANA que está afectando con suma virulencia a la zona de levante de la Península Ibérica ha dejado, por el momento, siete desaparecidos. Además, se han dado atascos en carreteras, retrasos y cancelaciones en los aeropuertos e inundaciones jamás vistas. Y es necesario señalar que este brutal temporal todavía no ha acabado. Es decir, la tormenta va a apagarse, pero todavía está activa y le quedan horas.

En las próximas horas, se prevé que la alerta se traslade a las zonas de Castellón y Cataluña debido a que esta DANA está girando de forma antihoraria, subiendo las tormentas hacia el centro. El otro punto que está conectando es Murcia con Extremadura, con las tormentas avanzando de suroeste a nordeste, movimiento que va a ir dejando agua. Las aguas que caen en el centro no lo hacen con tanta intensidad y los sistemas no serán igual de potentes que los del Mediterráneo porque no tienen el mar al lado retroalimentando.

Sobre el origen y virulencia de las tormentas, cabe destacar que se deben a un sistema convectivo mesoescalar. Es decir, una tormenta muy organizada y potente que no deja de alimentarse porque no para de entrarle viento de levante, del Mediterráneo. Está estática, y ese es el problema: todo el rato se está retroalimentando y no para de caer agua. ¿Qué sucede? Que no para de llover en algunos puntos desde hace varias horas, con lo cual se incrementa la situación de crisis y cada vez va a peor.

Estas tormentas no habían pasado nunca en estas localidades y seguro que histórico. Hay que cotejar los datos, pero es absolutamente extraordinario. Ya se veía en los mapas de previsión una rareza que está fuera de rango.