Madrid

¿Por qué el reloj de la Puerta del Sol no da la hora?

El histórico reloj de la Puerta del Sol, con más de siglo y medio de historia, deja de dar la hora. Pero no es algo definitivo: lo hace durante un tiempo.

Puesta a punto del reloj de la Puerta del Sol. Puesta a punto del reloj de la Puerta del Sol. Agencia EFE

Caminar por el centro de Madrid es una de las actividades favoritas no sólo de turistas, sino de los propios madrileños —aunque se haga evitando las horas puntas—. Bajar por la Gran Vía, disfrutar de la plaza de España o tomar un bocadillo de calamares en la plaza Mayor son un 'must' de cualquier persona que vaya a la capital. ¿Y quién no va a pasar por el centro de la ciudad sin visitar la histórica Puerta del Sol, con su histórico reloj?

Todos los años, en Nochevieja, la plaza se llena con cientos de personas brindando para ver cómo entra el año nuevo con las campanadas que repican desde la torre del edificio que alberga la sede de la Comunidad de Madrid. Ahora, si de repente, durante un periodo de tiempo, alguien pasa por esta plaza y mira hacia arriba, verá que las agujas del reloj de la Puerta del Sol siempre marcan la misma hora. ¿Ha dejado de funcionar el reloj?

No. Desde el miércoles 26 de marzo y durante algo más de dos semanas, el reloj de la Puerta del Sol no dará la hora, con motivo de los trabajos de conservación del Gobierno regional. Esta actuación se incluye dentro de las labores periódicas de revisión de los relojeros encargados del mantenimiento de este símbolo de Madrid y España con las campanadas de fin de año.

En esta ocasión, el trabajo en profundidad es el mayor de los últimos 30 años. Así, ya se han desmontado parte de sus piezas empezando por los engranajes, piñones y ejes de la sonería de las horas, los cuartos, y, este miércoles, las agujas. Uno de los relojeros de la Puerta del Sol, Jesús López Terradas, informó que se está restaurando la máquina que pone en funcionamiento el reloj porque "lleva 30 años funcionando noche y día", por lo que "empieza a desgastarse y hay que corregir los defectos para que no se pare y se tire funcionando otros 30 años".

López Terradas apuntó que se ha tomado esta decisión porque las máquinas de este reloj, como en cualquier máquina, "cuando ves que lo necesita, se llevan a cabo las reparaciones", pero valoró que dichas máquinas "son durísimas", porque "dime qué otra máquina puede funcionar durante 30 años noche y día". El relojero de la Puerta del Sol señaló que ha llegado el momento en el que "hay que desmontar, limpiar, quitar los desgastes y volverlo a montar", porque "vamos viendo la oscilación y vamos viendo que necesita mantenimiento".

El reloj de la Puerta del Sol lo construyó José Rodríguez Losada y fue un regalo para la reina Isabel II en 1866. Desde entonces, funciona con cuerda y marca la hora con sus piezas originales. López Terradas ha sido el relojero conservador de este monumento durante los últimos años.