Milagros Fernández se aferra a la foto de su hermano. Lleva 107 días de angustia. Más de tres meses sin saber nada de él: "No descansas, no duermes, mi padre que va para 86 años no para de llorar y querer morirse" cuenta Milagros.
Describe a Antonio como un hombre con una vida tranquila y sin enemigos. Tiene 49 años, es padre de familia, y al día siguiente debía ir a firmar los papeles del paro. Su familia descarta por completo una huida voluntaria: "Antonio era una persona amable, servicial y solo tenía amigos" dice Milagros.
Aunque hay secreto de sumario, también la Guardia Civil ha manifestado estar centrando su investigación en una acción violenta. No se ha efectuado ninguna detención pero la familia no confía en los dos compañeros que lo vieron por última vez: “Para nosotros hoy en día son sospechosos” afirma Jesús Lázaro, portavoz de la familia.
El 30 de septiembre, Antonio quedó con un amigo y su sobrino para cazar. Dicen haberlo visto por última vez a ocho kilómetros de su coche, donde extrañamente había dejado su comida e incluso su cartera: “En una finca de aproximadamente 500 hectáreas no se ha encontrado ni una sola colilla de Antonio” cuenta Lázaro.
Muchas incógnitas para una desaparición en la que la Guardia Civil trabaja cada día con buzos, equipo canino y helicópteros. Peinan la Vía Verde de la Jara, un itinerario de caminantes y ciclistas de unos 50 kilómetros, donde se le vio por última vez. Batidas de rastreo que no cesan pero en las que sólo se ha encontrado su escopeta de caza.