Todas las llamadas que realizan los controladores a los maquinistas tienen carácter prioritario, pero no las que se relicen por el móvil sino por la radiotelefonia que comunica la cabina del tren con el control de la estacion.

Según detalla un controlador, "la comunicación con el maquinista debe estar permanentemente activada. El objeto de la comunicación con el maquinista ha de ser para evitar o eliminar un peligro, o bien informar sobre cualquier incidencia"

Como demuestran sus propios documentos, Renfe restringe el uso del móvil siempre que haya algún tipo de emergencia por avería y cuando  exista riesgo de cometer una distracción. También se les pide a los maquinistas que lleven el móvil en silencio. No son las únicas recomendaciones.

Asimismo, también les recomiendan no hacer "uso de los mensajes de texto y correo electrónico". También desaconsejan utilizar el manos libres. 

Para el sindicato CGT Federal Ferroviario, los maquinistas saben que el móvil es una distracción pero si les llaman desde control, dicen que  casi están obligados a cogerlo, la seguridad del tren o de sus pasajeros podría estar en peligro  

Jesús Martín, de CGT Federal Ferroviario considera que "si ves que vas a tener un accidente, no atiendes al teléfono", pero que el teléfono está para "realizar las funciones de maquinista" y "si le llama su jefe", el maquinista "atiende la llamada como cualquier trabajador". 

Pero el protocolo de Renfe deja en manos del maquinista asegurarse de que no va a ver ningún riesgo durante la conversación. Riesgo que al parecer no vio Francisco José Garzón al contestar en los kilómteros previos al accidente