El cañón de Uandras, en el Alto Atlas marroquí, es el lugar donde el grupo de españoles estaba de ruta. Es una zona muy escarpada y de difícil acceso que los expertos no recomiendan visitar en estas fechas, es un punto negro.

El acantilado al que cayeron los tres montañeros tiene 800 metros de desnivel y la pared en la que están es de 200 metros. Además, muy cerca pasa un río torrencial por eso la principal amenaza es la hipotermia. La Gendarmería marroquí estudia evacuar a los montañeros con cuerdas hasta llegar a la superficie donde les recogería un helicóptero.

El helicóptero del que dispone la Gendarmería no es capaz de entrar dentro del cañón para poder sacar a nuestros compañeros. Para ello sería necesario un helicóptero de menores dimensiones, con el que no cuenta el gobierno marroquí. Por eso, hasta allí se ha desplazado un equipo de guardias civiles y Geo españoles expertos en tareas de rescate como éstas para ayudar a las autoridades marroquíes.

Los montañeros han recibido alimento, líquidos y mantas para abrigarse mientran esperan el rescate. Sus compañeros aseguran que contaban con una gran preparación física y técnica para afrontar esta expedición en Marruecos que llevaban meses planeando.