El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha asegurado, en relación con la propuesta del papa para nombrarle cardenal elector, que tuvo "un haz de sentimientos", en primer lugar de sorpresa, porque no sabía nada, y luego de gratitud al pontífice.

Blázquez ha dicho que el anuncio de su nombramiento como cardenal elector lo interpreta como un "signo de confianza" de cara al futuro y de reconocimiento hacia su pasado. También ha reflejado un sentimiento de "estímulo" porque, según ha recalcado, "cuando se otorga toda la confianza" se siente "obligado a responder", y ha afirmado que ser cardenal significa "ser un colaborador especial para lo que vaya pidiendo" y que se alegra por la diócesis de Valladolid, en la que solamente ha habido tres cardenales en toda su historia, el último en 1911.

"Quiero ser recordado como alguien que pasó por la vida haciendo el bien; como arzobispo he tenido momentos de muchos tipos pero puedo decir que este es un momento muy alegre", ha subrayado. Sobre la personalidad del Papa ha dicho: "Nosotros hemos sintonizado desde el primer momento, me siento profundamente identificado con su proceder".

"Considero que en este momento el papa Francisco es una esperanza para mucha gente: Sus gestos y su forma de vida llaman la atención y son un ejemplo. Su talante ha sido muy importante recientemente en el asunto entre Cuba y Estados Unidos, por ejemplo", ha destacado.