Rosario Porto, vestida de nuevo de luto riguroso, ha comenzado su declaración titubeante. Algo confusa, ha tardado algo de tiempo en arrancar y responder. Pero con el paso de los minutos ha ido poco a poco tranquilizándose. Con un tono de voz apagado y una postura parecida algo encorvada, con la mirada hacia abajo y manos juntas.

Julián Gabarre Mir, doctor en Psicología facial, destaca que "es una postura de ocultación, para protegerse, muestra miedo a que sepan de ella". 

Uno de los momentos más tensos ha sido cuando el Fiscal le ha preguntado si Alfonso le ha pegado. Rosario Porto ha contestado que el asunto le resulta "dolorosísimo" y que respondió sobre el tema. Hablaba con vaguedades, evitando dar una respuesta clara mientras el fiscal insistía. En esta situación, Rosario Porto ha afirmado: "En alguna ocasión, él es más fuerte que yo. Todas las parejas discutimos".

Rosario ha protegido en todo momento a su exmarido, evitando hablar de si le mantenía económicamente y destacando por encima de todo su papel como padre.

Ha habido dos momentos concretos en los que Rosario ha dirigido su mirada y su discurso al jurado popular, cuando explicaba el episodio del intruso en su casa y cuando ha explicado qué hizo el día de los hechos. Su voz se ha entrecortado en varias ocasiones y casi siempre cuando hablaba de su hija Asunta.