La madre de Asunta ha roto a llorar en algún momento, en especial al hablar de su relación con Alfonso Basterra. Según ha contado, "estaba un poco energúmeno"; había descubierto que ella tenía un amante. Y que la separación al principio no fue pacífica, aunque como padre dice que era maravilloso.

Rosario Porto, la madre de Asunta, tomaba orfidal para dormir. Es el mismo medicamento que apareció en la sangre de Asunta Basterra. Lo compraba su marido. Un tranquilizante, que según el fiscal, se le estuvo suministrando a Asunta semanas antes de que muriera.

Según Porto, Asunta se quejó en julio "no por polvos blancos sino de tomar algo que al día siguiente se encontraba mal". Asunta era bromista y puntillosa, explica su madre. También era brillante. Asunta después del colegio estaba apuntada  a seis actividades extraescolares. Iba a piano, a violín... Fue una de estas profesoras la que alertó del estado de somnolencia de Asunta.

Un estado de salud que se repitió la tarde que Asunta murió. "Me dijo que no se encontraba bien, que estaba mareada", justifica Porto. Una declaración en la que se le ha visto más nerviosa de lo habitual.