Con olas de dos metros y vientos fuertes, los barcos de Salvamento Marítimo no pueden recoger el fuel. Por eso tratan de esparcir la mancha como muestra la trayectoria del barco Talia, para que se extienda y se evapore por la acción del sol.

Desde primera hora SASEMAR sobrevuela la zona para controlar el tamaño de las manchas. Ya hay entre 200 y 500 toneladas de hidrocarburos que han salido a flote y se encuentran a 60 kilómetros de la costa Gran Canaria.

La decisión de alejar el barco del puerto de la Luz obedecía, según el capitán marítimo, a razones de seguridad. "Se puede poner en peligro la seguridad de las personas por posibles explosiones", explica Pedro Mederos, Capitán Marítimo de Las Palmas.

Pero el capitán del pesquero critica la decisión. "Al llevárselo del puerto, nadie intentó salvarlo, lo dejaron morir", denuncia Igor Dorofieyev, Capitán del pesquero hundido. Los expertos aseguran que actuar a 24 kilómetros de la costa y con una profundidad de 2.400 metros no es viable.

En la polémica de si se hizo lo correcto, el presidente canario, ha defendido la decisión de alejar el barco. De momento, el vertido está afectando a algunas especies marinas que se han encontrado llenas de petróleo.