La lluvia caída a última hora de la tarde del lunes dio un respiro en una jornada crítica por el número de focos activos, ha señalado el Ejecutivo regional, destacando también el "gran trabajo" de los cerca de 700 efectivos que se desplegaron en Cantabria para hacer frente al fuego entre la UME; el personal del Gobierno de Cantabria; de la Guardia Civil y voluntarios.

Así pues, han quedado extinguidos los últimos focos que permanecían activos a última hora del lunes en Liendo, Guriezo, Rasines, Ramales de la Victoria, Socabarga y el valle del Besaya.

No obstante, Cantabria mantiene activado el nivel 2 del INFOCANT y continúa en "alerta máxima por incendios" a la espera de evolución de los acontecimientos y del tiempo, ya que la previsión sigue anunciando viento sur, aunque con menor intensidad, y calor.

Así pues, el Gobierno cántabro asegura que el despliegue de medios, especialmente del personal desplazado por la UME, se mantendrá mientras no se rebaje el nivel de alerta. Y si fuera necesario, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan, se podría incluso movilizar también medios aéreos para combatir el fuego.