Los imputados por el homicidio de la pequeña Asunta, sus padres Rosario Porto y Alfonso Basterra, sólo saldrán de la prisión de Teixeiro para volver a declarar ante el juez. El padre de la niña permanecerá hasta el lunes en la enfermería, acompañado de otros presos, un protocolo de seguridad especial para evitar que se suicide. Rosario está en el módulo 9 de mujeres, donde ingresó directamente, porque en esta zona de la cárcel no hay enfermería.

Mientras, la investigación prosigue. La Guardia Civil habría localizado, a través de un repetidor, la señal del teléfono de Rosario Porto en la pista forestal donde apareció el cadáver de Asunta, una señal que la relacionaría directamente con el crimen.

Esto contrasta con lo que su ya exabogado en laSexta Noche. Juan Guillén aseguró que Porto insiste en su inocencia y asegura que está destrozada. Además negó que hubiera estado ingresada en un psiquiátrico este verano, aunque sí confirmó que tomaba medicación para la ansiedad. También justificó su inestabilidad durante los registros.

Hasta el momento, tanto Rosario como Alfonso han defendido su inocencia, y aunque los investigadores ven poco creíbles sus versiones, todavía quedan por resolver muchos enigmas. Por eso, buscan alguna prueba concluyente que arroje luz sobre el crimen.