Nueva noche de disturbios en la periferia de París como reacción al informe de la policía sobre la agresión a Theo, un joven negro de 22 años. Uno de los cuatro agentes investigados ha sido imputado por violarle con una porra extensible.
En su escrito al juez que lleva el caso, la inspección de la policía alega que no lo hizo aposta. Asegura que fue "un accidente" y que a Theo los pantalones "se le cayeron solos" durante el forcejeo por la detención.
Una versión que no aclara cómo se produjeron las graves lesiones que sufrió el joven. Tuvo que ser operado de urgencia para reconstruirle el recto. Desde el hospital, donde recibió la visita de Hollande, mostró su confianza en que se hiciera justicia.
Llamaba a la calma porque la indignación por su caso desató la violencia en un barrio multiétnico donde, denuncian, el maltrato policial es constante. Porque el de Theo es sólo el último de una larga lista de casos de brutalidad policial contra negros e inmigrantes en Francia que en muchos casos, quedan sin castigo.