Era la gran esperanza de los médicos para tratar a Manuel García Viejo, pero uno de los doctores del Carlos III da casi por descartada la posibilidad del suero convaleciente del paciente alemán con hepatitis B.

Un riesgo del que precisamente alertó la OMS, la propagación de todo tipo de enfermedades que un mercado negro de estos sueros está generando en África. La desesperación ha hecho que enfermos paguen grandes cantidades por la sangre de pacientes que superaron la enfermedad.

Ningún tratamiento está aprobado, todos son experimentales pero desde que la OMS dio luz verde, la demanda crece. La FDA americana también aprobó más pruebas con el TKM, un antiviral que el ministerio de Sanidad también baraja como tratamiento para  García Viejo.

La farmacéutica canadiense que lo produce dijo que sí tienen dosis, aunque muy limitadas. Ese suero, el TKM parece la esperanza para el religioso porque el Zmapp, el tratamiento que recibió el religioso Pajares antes de morir en agosto está completamente agotado desde hace más de un mes.

Aseguran que la financiación a través de contratos y subvenciones que firmaron solo les permitía una producción a pequeña escala. Únicamente se produjeron dosis para los ensayos, pero aseguran que ya intentan pasar de la producción experimental a una producción en serie, podrían pasar meses hasta que haya nuevas existencias del fármaco.