Han pasado 18 días y Koula denuncia que los golpes de las pelotas de goma aún le duelen, mientras espera a ser atendido por un médico. Asegura que las pelotas le golpearon, primero en el mar y después, cuando estaba exhausto, tirado en la playa del Tarajal.

Y enseña la marca que lo demuestra. También le golpeó en el ojo, pero se alegra, porque uno de sus compañeros no tuvo la misma suerte. Cuenta que le devolvieron a Marruecos por esta misma puerta, y que podría ser uno de ellos. Aún así, Koula dice que no descarta volver a intentarlo.

No es el único que denuncia que las pelotas le golpearon. Sedou y Moussa recuerdan lo difícil que era nadar entre pelotazos y el humo de los botes que se lanzaron. Caminando Fronteras, la asociación que los asiste, denuncia que marcas como éstas son las mismas que tienen los cuerpos de la mayoría de los 15 hombres que murieron en la tragedia de Ceuta.