Era el párroco de Tábara, en Zamora, hasta el pasado verano. El obispado de Astorga lo apartó del cargo después de que un exalumno suyo denunciara en una carta al Papa haber sufrido tocamientos:"Arrodillado en un lateral de la cama, suavemente me iba tocando los muslos, mis nalgas, con mucha delicadeza, despacio para que no despertase".

Abusos sexuales, denuncia, que habrían sucedido hace 28 años en el Seminario de La Bañeza, en León. Un presunto delito ya prescrito, pero del que según el obispado, el sacerdote se muestra arrepentido y piden perdón a las víctimas: "La iglesia diocesana lamenta profundamente estos hechos tan deplorables, moralmente inaceptables y reprobables".

Abusos

Los vecinos de Tábara, sin embargo, critican al Obispado por ocultar los hechos hasta ahora. Mezcla de sorpresa e indignación ya que en octubre homenajearon al ya expárroco sin saber los motivos de su marcha."Le organizaron el homenaje y nadie sabía ni imaginaba nada de todo esto que ha sucedido", explica José Ramos, alcalde de Tábara.

A raíz de esta denuncia por abusos, han surgido otras similares, pero en el Colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria, donde también trabajó este sacerdote. "Yo he llegado a despertarme y ver que estaba sentado en mi cama. No era con unos pocos, sino con todos", explica un denunciante.

Un presunto delito que también habría prescrito, pero que denunciarán ante el obispado en los próximos días.