En sólo dos días Teresa Romero podría dejar atrás definitivamente la etapa de supervivencia y comenzará la etapa de recuperación. Una vez eliminado el virus del Ébola, los órganos se irán recuperando. Los más dañados son sus pulmones, por eso no recibirá el alta tras la desaparición del virus.

Teresa lleva dos semanas hospitalizada, sin apenas moverse de la cama. Durante este tiempo la técnico de enfermería ha perdido mucha masa muscular que ahora necesita recuperar.

En cuanto se confirme que ya no queda rastro de virus en su organismo, Teresa será trasladada a la quinta planta, ya no será transmisora de la enfermedad. Se acabarían los trajes de protección y los estrictos protocolos para los sanitarios, aunque durante los dos próximos meses sí deberá tomar algunas precauciones. Además, Teresa se convertirá en portadora de suero hiperinmune, algo con lo que ya está trabajando el equipo médico.

Teresa también está recibiendo ayuda psicológica, necesita preparse para la presión mediática y el posible estigma social que puede sufrir cuando salga al exterior. Todos coinciden en que Teresa ha demostrado ser muy fuerte y además, según los expertos, el 90% de las personas que superan la enfermedad, si son sanas, se recuperan sin ningun tipo de secuelas.