Aunque los médicos "no se mojan mucho", esto, al menos, es lo que han dado a entender a la familia de Romero, ha asegurado Teresa Mesa, portavoz de la auxiliar y de su marido, Javier Limón.

Mesa, quien el domingo habló por teléfono con la paciente, ha señalado que tiene "mucha fuerza, muchas ganas de salir al exterior y saber lo que ha pasado, la repercusión, y, sobre todo, de respirar aire puro".

Una de las noticias a las que deberá enfrentarse Teresa Romero será la de la muerte de su perro Excalibur, que fue sacrificado y al que estaba muy unida, por lo que, según la portavoz, va a afrontar "mal" esta circunstancia, con un "tremendo disgusto".

Mesa quiere ser ella personalmente, junto con la psicóloga del hospital, la que informe a Romero de la muerte del perro, lo que hará una vez abandone la planta de aislamiento y pueda recibir visitas.

La portavoz ha recordado que entre este lunes y el martes se conocerán los resultados de la segunda prueba que se le practicará para confirmar que ha superado el ébola, después de que el primer análisis diera negativo. Si esta nueva prueba da también negativa, Teresa podría abandonar la planta sexta, en la que se encuentra aislada, y ser trasladada a otra "en cuatro o cinco días", ha señalado Mesa.