La pequeña de 13 años estaba en Gracia de vacaciones familiares cuando su madre le permitió hacerse un tatuaje de henna en el brazo. Taigan estaba encantada y tras buscar una tienda donde hacían este tipo de tatuajes, la niña se hizo un tatuaje con motivos florales.
Kirsty, la madre de la pequeña, estaba tranquila ya que el tatuador le aseguró que el tatuaje solo le duraría un mes, ya que estaba hecho con henna, un tinte natural que se extrae de la planta henna. Lo que la Kirsty desconocía era que el tiente que empleó el tatuador era henna negra, una sustancia modificada químicamente, según informa 'Metro'.
A los pocos días, Taigan comenzó a notar picores y quemaduras en su brazo, que al final se convirtieron en heridas infectadas. Los padres llevaron a la pequeña al médico, donde la mandaron antibióticos que no tuvieron ningún efecto en las heridas de su brazo, por lo que tuvo que ser tratada con fuertes antihistamínico.
El motivo de las heridas se debe a que la henna negra es un producto derivado de la henna natural, que se utiliza como tinte para el cabello o tatuajes no permanente, sin embargo para conseguir que un tono más brillante en la piel y acelerar el tiempo de fijación se emplean colorantes como la p-fenilendiamina, que pueden provocar reacciones alérgicas cutáneas graves.
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